La Pequeña Delirio

Entre*tiempo

Después de la ducha y antes del vaso de agua. Pasas tu dedo húmedo por mi espalda. Te invito a una segunda vuelta. Tamborileas tus intenciones. Tu mano se decide por mi cintura. Levantas mi camisón de niña buena. La niña tiene hambre y se deja hacer. Pones tu otra mano entre mis dos piernas. Cierro los ojos. Y me besas. Suspiro. Hoy tampoco vas a follarme.

Relatividad

Miro el teclado. Busco letras. No encuentro palabras. Puede que la idea no esté formada del todo, como si se tratara de una idea-mórula, distribuyendo los genes por sectores, los argumentos por imágenes. Signos. Toda yo lo soy, que no un indicio. Un signo de este presente que ya es pretérito. El dolor hace tomar consciencia del propio cuerpo. Las ausencias son índices de todo lo que hubo. Y las mentiras dan pistas de por donde irán los tiros mañana...

A la hora del té

No entiendo
lo que me dicen
las cartas,
tus palabras,
las voces,
los posos del café.

Sufro una constante desconexión
y a ti solo se te ocurre
contarme cosas tristes
a la hora del té.

Amén.

Void

Tirante, triste y descabezada.
Callada. Conforme.
Podrida. Vacía.

Vacía.
Triste.
Hueca.

Olvi-da-dá.

WALL-E

Nos define la mirada del otro ¿Y si eres el último habitante del planeta Tierra? Wall-E es como La Sirenita. Esconde mundos, pero Ariel nunca llevó a Eric a su rincón detrás de la roca. Eva tiene una misión: Dar sentido a la existencia de un coleccionista. Y la frialdad de la ciencia ficción es relativa. Los humanos suenan como marcianos de Toy Story. Los robots hablan a lo Malkovich. Los créditos resumen la historia del arte mientras recoges la última lagrimilla en la oscuridad de la sala 1. Y La Vie en Rose me hace llorar.

The Savages

Como en un cuento de Carver,
lo triste termina pareciendo comedia.
Tragi-comedia.
El teatro del absurdo se hace realidad,
el padre recibe su no castigo, en un hotel que es asilo,
y los amantes de los dos hermanos se disuelven.
Ella narra y sobrevuela el accidente.
Él cruza el Atlántico para decir "sí, quiero".
El final parece feliz, con drogas legales de por medio,
jamaicanos-nigerianos, una lámpara de lava y un gato al que llaman Bestia.
Y la salvación es... para los que no se rinden!
O eso me pareció antes de que los títulos de crédito me robaran una sonrisa.
La banda sonora era como de sueño antiguo. De ahí que hasta piense en repetir...

Postal nº 1

Lo hipnótico es estético ¿O era al revés?

Aliento/Soy un cyborg

Serendipias animadas

Han pasado dos semanas y el hueco que llevo anclado a mi reino persiste. Las presencias fugaces se derriten, como los restos de un helado de dulce de leche, en los dedos, pegachentos. Te llevo adherida a mis recuerdos, antigua-rubia-de-ojos-enormes. Porque tenerte en el mismo continente me ha sacudido algunos cimientos. Temía este inminente y deseado terremoto emocional. Me has obligado a mirar atrás, a enseñarte lo que una vez fue nuestro, a reconstruir nuestro presente. Y me he encontrado con una titana, reconocible pero diferente. Y me he topado con la virtualidad hecha carne. Atónita y temblorosa, me he sumergido en tu reflejo, extraño, dulce y triste, con un miedo estúpido a que mi infancia quedara reducida de un plumazo a una mitología de adultos insatisfechos. Pero ambas recordábamos los mismos momentos, con cordeles transportando mensajes, como botellas en el Océano Atlántico. Nuestros seudónimos de infancia, collages, sueños dando vueltas en una rueda de bicicleta. El antes se ha disuelto, pero ahora vuelves a estar en otra parte, viviendo en paralelo. No puedo esperar a ver que nos deparará el futuro inminente, presente continuo.

Por lo pronto, dejo el resto de mis pedacitos en este otro lugar.

Lipstick

Quiero un pintalabios lolita, ya sabes, uno que me deje los morros rojo-inocente-salvaje. Para comerte mejor.