Escucho a Nirvana en esta noche fría. All apologies. About a girl. Come as you are. Siento el hielo, en mis labios, y pienso en el corazón de Bernarda Alba, esa Reina de las Nieves de luto y con bastón, volcada en el noble arte del grito, seco y sin aditivos, como un whisky a media tarde. Escucho a la rubia lamentarse. Saturada. Gritona. Magnífica. No logrará salir de la mosquitera, pienso. Colgada como Adela. Adictos. Pendulantes. Muertos ambos por culpa del fuego amigo. Abrasa-dos. Por no apellidarse Amor.