Escucho a Nirvana en esta noche fría. All apologies. About a girl. Come as you are. Siento el hielo, en mis labios, y pienso en el corazón de Bernarda Alba, esa Reina de las Nieves de luto y con bastón, volcada en el noble arte del grito, seco y sin aditivos, como un whisky a media tarde. Escucho a la rubia lamentarse. Saturada. Gritona. Magnífica. No logrará salir de la mosquitera, pienso. Colgada como Adela. Adictos. Pendulantes. Muertos ambos por culpa del fuego amigo. Abrasa-dos. Por no apellidarse Amor.
Escrito por La pequeña Delirio a las 17 de Octubre 2009 a las 02:07 AMEstimada Angélica:
El sábado 17 de octubre asistí a la representación de "La Casa de la Fuerza" en el teatro de la Universidad Laboral de Gijón. Me pareció soberbia, de una intensidad insólita. Solo alguien que ha sufrido hasta la locura podría escribir y representar de esa manera salvo una impostora y magnífica actriz. En cualquiera de los casos, mi más sincera enhorabuena.
Un cordial saludo:
Patricia Zárate.
Escrito por Patricia a las 25 de Octubre 2009 a las 10:41 AMEstoy segura de que a Angélica le encatará saber tu opinión. La encontrarás en este blog.
http://miputaperrera.blogspot.com/
Un abrazo
Escrito por La pequeña Delirio a las 30 de Octubre 2009 a las 07:41 PMÔ_ó
Uff!
Si yo recibo un comentario como ése me da un infarto.
¡Qué cosas te ocurren!