31 de Octubre 2005

Puntos suspensivos

No me busques detrás de esas sombras sobre el banco de piedra. Sabes que no volveré a estar, al menos no ahí porque sabes que no quiero volver a verte, ni a ti, ni a nadie que me recuerde a ti… por eso me voy lejos, tan lejos como me permitan mis piernas… tan cerca como me dejen mis pensamientos extirpados… revoloteando por tu memoria… rebuscando en mis cajones y encontrando cartas de amores pasados, amores terriblemente idealizados… dedicatorias arrebatadoras… y me dicen que no estoy hecha para ti sino para el mundo… no me busques detrás de esas sombras apoyadas sobre colores imposibles porque mi vida se abre camino… porque no encuentro sentido en el presente y me toca inventarme un futuro... porque no quiero dejar de quererte pero necesito poder olvidarte...

Escrito por La pequeña Delirio a las 1:32 AM | Comentarios (2)

18 de Octubre 2005

Little princess

del6.bmp
Escrito por La pequeña Delirio a las 12:21 PM

16 de Octubre 2005

Linda linda burbujita...

deliriosamu.jpg
Escrito por La pequeña Delirio a las 10:57 PM

Edgar Allan Poe no estaría orgulloso de mi...

Desde mi hora más tierna no he sido como otros fueron y no he visto lo que otros vieron, puede que pudiera extraer de una fuente parecida algún que otro placer, pero mi desconsuelo me ha acompañado todos los días. Mi corazón ha logrado vibrar alguna vez al mismo tono y siempre he deseado amarlo todo, pero nunca sola.
Así, me revelo como una niña de corazón cálido y de pies fríos, de infancia perpetua y juguetes compartidos. Una niña que escoge la primera persona para acercarse a quien lee, pero que prefiere las máscaras literarias, seudónimos y demás recursos de cobardes para construir realidades que se escapen de las percepciones lineales, más allá de biografías y efectos personales.

Las niñas extrañas cuando garabateaban en rojo sobre las paredes del salón querían ser astrónomas, submarinistas o pastillas de jabón. Acercar las estrellas al mundo y devolverlas al cielo hechas jirones, sumergirse más allá de la fosa abisal de turno para bailar con medusas y tiburones, con promesas y más ilusiones.
Las niñas curiosas creían que todo da igual, que las faldas cortas y los pelos largos no importan más que el maquillaje, las heridas o las lágrimas de cocodrilo, que las matemáticas, las decepciones o un corazón hecho añicos.
Las niñas que dejan de serlo no quieren mirar atrás, porque al hacerlo se dan cuenta de que ya no son libres, de que el mundo las ha clasificado y encorsetado; embotelladas, conservadas y edulcoradas, recubiertas de una fina capa de arsénico y azúcar, o en su versión más leve, de nicotina y sacarina, aderezado con un poquito de insatisfacción vital.
Una niña que no quiere dejar de serlo, que no desea hacer uso de una sincera, cercana y humillante primera persona desde la que confesar virtudes y pecados, desde la que construir una idealizada descripción de sucesos y celebraciones, de pensamientos y sensaciones. Porque soy pequeña y audaz, tremenda en guerra dialéctica y, aún si cabe, más que tierna cuando desea algo más. No sé si quiero confesarme sobre papel, no estoy segura de quién o qué soy a la edad de veintidós. Tan solo tengo proyectos, guiados por principios, cimentados sobre personas e ideas... Tan solo tengo mis sueños, sueños de niña eterna, proyectos de mujer deshecha, en proyecto, en construcción perpetua.
Quiero volver a ser una pastilla de jabón en busca de la fosa más profunda del océano de hielo que una vez hubo en la Luna. No quiero dejar de hablar con dos estrellas, ni de olvidarme de las palabras que abren sonrisas y cierran párpados de sal. Quiero ser quien siempre he sido pero escalar cada día un poquito más, porque las niñas crecen, las niñas olvidan. No es complejo de Peter Pan, es tan solo saber dónde guardaré la llave al País de las Maravillas, en qué hueco del alma guardaré Nunca Jamás.

Escrito por La pequeña Delirio a las 10:44 PM | Comentarios (4)