Una manzana cósmica. Una pirámide perdida. O un escritor infrarrealista. Próximo al Sol. Con Mercurio como Estrella Polar. Cerquita de una enorme bola de fuego. Después de una guerra estelar.
Pequeña Delirio, deja de mirar hacia las estrellas. Siempre quisiste ser astrónoma (que no astronauta). Y conquistar Venus, sorbiendo con pajita todo el ácido sulfúrico de sus océanos de hábitos tóxicos. Pero Neptuno también estaba en tu techo. Y Papá Noel reside allí, con sus duendes congelados y algunos finlandeses emigrados.
Bradbury imaginó el futuro en un planeta rojo. Como el Infierno. Pero no dijo qué hacer en una estrella no nacida. Júpiter es mi (pen)última parada. Y la idea de poder haber mirado al cielo con unas gafas de sol prestadas me consume. Un cielo y dos soles. Y un planeta que ya no lo es, con un barquero llamado Caronte.
Y, aunque es en el zoo donde me encuentro más veces mientras sueño, en el Planetario siempre me siento como en casa.
:)
Esos planetas de promesa siempre tientan nuestros sueños, esto es así. A veces uno imagina como será/ía estar plácidamente cabalgando a fobos o de la mano de Ío..
Con suerte Palmer Eldritch, Paul Atreides, Hal y los nexus 6 algún día nos darán la mano.
Escrito por foca a las 23 de Junio 2008 a las 01:54 PMA veces pasa..que entre las páginas nos perdemos como heroinas en busca de almas buenas,derrotando a los malos malotes,y pasa que a veces la realidad se distorisiona por ello...
y nos perdemos en planetas imposibles de conquistar,aunque dichos planetas..nos tengan conquistadas
besosssss
Si finalmente decides conquistar Venus y sorber acido sulfurico en pajita...Llamame...Aprovecho la ocasion para revindicar el derecho de Pluton a ser considerado un planeta...
PD-Los cinefilos son cuadriculados.
Escrito por Collecter a las 24 de Junio 2008 a las 12:40 AM