Las noches de insomnio son difíciles. Un método vital, riguroso y aburrido, garantiza que recuerdes lo que has soñado mientras dormías, pero no corrige tus ansias de lamerle la entrepierna a tu alumno favorito. Las niñas muertas no crecen. Los vivos se suturan el corazón con la mano zurda; el dedo índice marca el lugar y las uñas de bruja del Este hacen el resto. Las niñas muertas no juegan. Al escondite. Las rubias se congestionan antes. Las pelirrojas, casi transparentes, se deshacen. Las morenas sobreviven. Todas te invitan a té con pastas pasadas las cinco. Cruzan las piernas y sonríen educadamente. Las niñas muertas no dicen que no.
Escrito por La pequeña Delirio a las 12 de Mayo 2008 a las 05:09 AM¡Es conmovedor!
Dios, tengo ganas de llamar a mi madre. Disculpe.
Escrito por apio a las 12 de Mayo 2008 a las 02:02 PMyo también digo no, pero sobrevivo.
aix ...un beso, genial lo que escribes en este blog.