Hay tantas formas de violar(nos). Yo he escogido una inaudita. Y me atrevo a revelarles que no ha sido como lo esperaba. Es cierto que guardaba una cierta expectativa, para nada elevada. Esperar conlleva demasiados riesgos. Muchos opinan que la perdición del ser humano está estrecha e íntimamente relacionada con el egoismo y se olvidan de que Mr. Hyde era todo un empirista obsesionado con la verdad. Un altruista enamorado de la libertad. La libertad absoluta. Qué hermosa utopía. Es por eso que he decidido yo ser el sujeto y no el complemento directo. He cogido el sintagma nominal y me lo he cosido al cuello del útero. Me he apoderado de todos los símbolos fálicos, los he troceado con mi katana de segunda mano y me he comido los restos embadurnados en salsa teriyaki. Dicen que va genial para ahumados y carnes crudas. Mátenme pero he penetrado el misterio. La verdad duele. Joder, es como si te cercenaran el alma a lametones. Como si anunciaran por la tele que tu musa ha muerto de inconsciencia. Como si te enteraras después de media vida que quería a otra y no a ti. Duele, señores, pero no tanto como que te rompan un himen que nunca tuviste mientras envuelven tu futuro en papel de periódico. De ayer.
Escrito por La pequeña Delirio a las 19 de Enero 2008 a las 10:19 PM