Los días, cuando estás de vacaciones, se escapan del calendario. Los segundos, a veces latidos, a veces pasos entrecortados, se precipitan calle abajo y exprimen la semana hasta el último buenas noches, para después dejarte abandonada en un oscuro lunes que no es tal.
Enero ha atentado contra mi identidad onírica.
Despertar implica un abandono, o dos. Tal vez muchos más. Hoy no he sentido que me dejaba demasiado más allá de las sábanas. He saboreado mi vigilia. He aparcado mis sueños en doble fila y no me ha importado. He caminado bajo un cielo repleto de nubes entre las que se colaban unos tímidos rayos de sol y un hueco, en mi estómago, al norte de mi reino, se ha abierto sin piedad. Otra grieta, pienso. Y muchos ovillos de lana de los que deshacerse.
No sabría decir cuántos años han pasado. Tendría que hacer cálculos con los dedos y el frío los entumece si los saco de los bolsillos. Recuerdo que olía a jazmín, un perfume que le regaló uno de sus hijos por navidad y que le duraría siglos. La botellita que lo contenía era de cristal. La guardaba en el armario, con su ropa. Recuerdo su colchón, blando, blandísimo. Y la ventana de su cuarto. El viento llamando. Las ramas arañando los cristales. Su sonrisa calentado un corazoncito de ratón, el mío. Su mano arrugada invitándome a saltar en una cama perfectamente armada. Recuerdo sus ojos de colores almendrados cuando miro a mi padre y a mi hermana. Y sus gestos bondadosos, sus croquetas y el miedo con el que bajaba las escaleras de su casa. Hace tiempo que nadie habla de ella. Aún guardando en una caja algunos mapas de sus lugares, la geografía se va difuminando. Sus zapatillas, también recuerdo sus zapatillas de andar por casa. Sus pasos. Y el zumo de naranja por las mañanas.
Escrito por La pequeña Delirio a las 3 de Enero 2008 a las 08:43 AMA veces, las ausencias son tremendamente inabarcables, se necesita algo más que los propios brazos.
Te presto los míos, Pequeña, son tuyos, cuando vos quieras.
Y prestá atención, mirá que nunca puede haber nada del otro lado, pero entonces el aire vuelve a llamar y tiene forma de caricia y...
Ays, Pequeña, te quiero muchísimo!!!
Escrito por Pieris a las 3 de Enero 2008 a las 04:31 PMme alegra mucho que recuerdes estas cosas
Escrito por u a las 4 de Enero 2008 a las 04:16 PMA veces el tiempo juega en nuestra contra y si nos escapa. La vida hay que vivirla al 100% si no luego tendremos el desamparo de haberlo perdido.
Me encanta tu blog!!!