Espero que no te importe pero estoy despedazada. Cuando abandonas el campo de batalla sin una sonrisa, sin prometerme besos de algodón, siento cómo cada canica que me compone resbala por mis muslos y se pierde por las alcantarillas, junto al látex y el abrefácil de mi mundo.
Recojo nuestros envoltorios del suelo y, al fin, decido mirarte a los ojos. Sigues ahí, pero lejos, y yo no sé donde guardarme para no molestar.
Camino hacia la puerta y no dejas de mirar al cielo, sin estrellas, sin latidos.
Ya me he ido...
Escrito por La pequeña Delirio a las 10 de Enero 2006 a las 01:43 PMNavegas, surcas y encuentras...
Sorpresas....
Escrito por samu a las 10 de Enero 2006 a las 02:20 PM