La vida sobre la cinta transportadora. No son maletas, sino un lomo de buey de 18 euros, un Rueda seco de oferta y tomates de la huerta (de alguna huerta, o invernadero) ¿Comerá solo o acompañado? Agarra con sus pezuñas el cartelito que indica que él es el "Siguiente cliente". Delimita el espacio. La cinta se activa, arrastra la carne hasta las manos de la cajera de las gafas de pasta. Paga con tarjeta. Visa oro, creo. Sus gafas no son modernas. Sus zapatos están impolutos. No sonríe. Tampoco mira a la muchacha que le da el ticket. Agacha la cabeza, se cierra el abrigo y, con la bolsa en la mano, se va sin dar las gracias ni decir adiós.
Escrito por La pequeña Delirio a las 24 de Noviembre 2008 a las 02:35 AMMenudo imbécil... Odio a la gente esnob
Escrito por Aan a las 26 de Noviembre 2008 a las 01:45 AM