25 de Abril 2008

Mentiras zombies

Siempre les cuento idas. Muy pocas veces encuentro pedacitos en las vueltas, pero hoy ha ocurrido el milagro excepcional. He salido una hora después del timbre del trabajo. He bajado escaleras, abierto puertas y cerrado la ventana de mi patio interior. He montado en un vagón. Me han mirado con impertinencia. Yo me he fijado en sus pies, en las bailarinas rojas de cuento que llevaba. La mujer de amplias caderas y labios perfilados todavía no había optado por la mutilación. Y con razón. Subiendo las escaleras que enlazan la linea 4 con la 10 y la 5 ha tropezado. Le he sonreido, me he agachado y he actuado como su príncipe azul. He tomado con fuerza su talón y la he ayudado a introducir su minúsculo pie en la bailarina roja. Me ha mirado extrañada. Yo he seguido mi camino. Camino de la línea 5 unos chicos rezaban Zombie en acústico. Me contagian la canción, espero al siguiente tren, canturreo, entro en el vagón. Hace calor, mucho calor. Me quedo cerca de la puerta y leo:


El óxido se posó en mi lengua como el sabor de una desaparición.
El olvido entró en mi lengua y no tuve otra conducta que el
olvido,
y no acepté otro valor que la imposibilidad.
Como un barco calcificado en un país del que se ha retirado el
mar,
escuché la huida de los insectos y la retracción de la sombra al
ngresar en lo que queda de mí;
escuché hasta que la verdad dejó de existir en el espacio y en
mi espíritu,
y no pude resistir la perfección del silencio.


Gamoneda me agarra el estómago con su Descripción de la Mentira. El submundo cobra sentido. Y espero otro pequeño milagro, ya en la siguiente estación ...

Escrito por La pequeña Delirio a las 25 de Abril 2008 a las 04:12 AM
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