Hace sol en Madrid. Son días extraños estos en los que se informa sobre las mentiras políticas, sobre las mentiras del cambio climático, sobre atacar por la noche y matar mientras duermen, al otro lado del charco. Entre tanto metatexto le digo a mi madre que el presidente Correa está bueno y que Uribe es tan narcopresidente como Sarkozy príncipe posmoderno. Quién fuera azafata, enfermera, rehén, modelo o francesa.
Les escribo después de haber sido invitada a bajar de un vagón de la línea 4. Después de caminar hasta la parada del 21, llamar por teléfono y sentarme junto a un chico de melena mojada. Después de verle solfear por lo bajo, partitura en mano y dedos dibujando el aire. He llegado a trabajar, he leído unos cuantos mails y he respondido alguno.
Ayer conocí a un geólogo planetario. Canoso y de sonrisa fácil. Se mostró divertido, no se creía que tuviera 24 primaveras. Me fotocopió Marte. Su despacho era luminoso y tenía plantas, una postal del Teneguía y libros de cuando James Lovelock no apoyaba la energía nuclear. Nos despedimos raro, pero al final me dio la mano. Le llamaban por teléfono.
Caminé desde Biológicas a Caminos. Me senté en un banco de piedra y decidí volver a casa andando. Hacía sol, un sol brillante y amable. Un sol de abril a principios de marzo. Mientras paseaba dejé que mi cabeza vagara por lugares remotos. Por un momento me permití sentirme perdida y abracé toda la nostalgia propia de los domingos, de cuando sientes que la ciudad calla y tú eres la única que puede escuchar las estrellas. Delirios sinestésicos en primavera. Desperté y miré hacia arriba, por si estabas asomada a tu ventana. En pijama. Apreté el paso y me acordé del telescopio que nunca tuve.
Convencí a mi chico tóxico para hacernos con la tarde. Deshicimos caminos y respiramos dulce de leche. Caí en la cuenta de que no se hacen postales de los suburbios de las grandes capitales. Es parte de nuestra buena educación, supongo. Nada de enseñar las uñas cuando están sucias. Comimos, como niños. Y dormimos después de aburrirnos con el debate. Yo soñé. Tú me preguntaste qué. Quiero ser americana. Ojalá haga sol mañana.
A perfect day Elise - PJ Harvey
Escrito por La pequeña Delirio a las 4 de Marzo 2008 a las 04:09 PMprecioso
Escrito por p a las 4 de Marzo 2008 a las 05:31 PM