En esta ciudad, donde cada día menos cosas son posibles, llueve. Te mojas. Graniza. El cielo te golpea. Fuerte. Más fuerte. Te lo mereces. Tienes que atarte los zapatos porque llueve y nada puede entrar. Lloras. Se te olvida el paraguas en esa cafetería. Te mojas hasta muy dentro. No terminas de llegar a casa ¿Qué casa? No ves el final de la calle. Te cierras con candado. Nada puede calar. Hondo. Muy hondo. Subes la cremallera de tu abrigo. Te envasas al vacío. Te escurres. No lloras. Te hundes. Más hondo. Profundo. Te ahogas.
Escrito por La pequeña Delirio a las 23 de Mayo 2007 a las 02:31 PMAquí hay que atarse todo todito!
Escrito por wise a las 23 de Mayo 2007 a las 03:14 PMWow!
Sin duda tus minirelatos me atrapan... y sin duda, aún más por lo que callas... si es que te guardas algo ...
Besitos
Escrito por Mar a las 23 de Mayo 2007 a las 03:28 PM