Diane Arbus, una auténtica leyenda en el mundo de la fotografía. Excéntrica, independiente, de torturada personalidad y gustos salidos de la norma (gracias!). Su exposición en los 70 en el MOMA neoyorkino supuso un importante punto de inflexión en la estética del siglo XX. Prostitutas, freaks y travestidos se convirtieron en su imaginario, en su difícil mitología, en su mundo paralelo. Nada hacía pensar que empezara sus días como fotógrafa de moda, abandonando al poco tiempo esa lucrativa temática para encargarse de cambiar los parámetros de lo que se consideraba hasta el momento como bello, sublime o, simplemente, fotografiable.
Nicolasa le da vida en una película dirigida por Steven Shainberg, el mismo que perpetró esa maravilla que es "Secretary". El título, "Fur: An imaginary portrait of Diane Arbus". Parece que nuestra australiana favorita ha decidido salpicar su carrera de interesantes damas, ya sea Virginia o Diane. Se me hace difícil recordarla en su boda, vestida de merengue, con un country man esperándola en el altar ¿Semejante espectáculo para darle en las narices a Tom? No sé, no sé. Muchos consideraron que la Kidman empezaba a estar talludita para semejantes exhibiciones, propias del sueño de la más típica adolescente. En fin, nadie es perfecto y, con tanto botox, parece que Nicolasa pierde el sentido de la madurez, que no el buen gusto...
Más sobre Diane Arbus en este enlace y en este otro. Por aquí encontraréis información sobre su última gran retrospectiva en Barcelona. Y que no se os olvide que existe una apasionante biografía de la artista firmada por Patricia Bosworth.