De un tiempo a esta parte, se han normalizado los comentarios entre el público cinéfago sobre los cierres de los cines de grandes avenidas, céntricos lugares y amplio patio de butacas. En la capital se ha convertido en un auténtico suma y sigue. Desde enero del año pasado han desaparecido (Atención al listado!) los cines Aragón, Azul, Ciudad Lineal, Cristal, España, Imperial, Madrid, Minicines Fuencarral, Real Cinema, Tívoli y Luna. Ahora se les suma el cine Rex, de la Gran Vía madrileña, desaparecido hace tres semanas.
Mientras, en esta misma calle, el cine Avenida ya anunció hace tiempo que se convertiría en tienda de textiles y el Benlliure, cercano a Goya, se convertirá en los próximos meses en una gigantesca librería, con apertura prevista para la campaña navideña.
Esta situación de cierres en masa se produce después de que el Consistorio impulsara en enero del pasado 2005 una reforma por la que las salas de cine podían cambiar su uso urbanístico. No obstante, destacar que la modificación del Plan General de Ordenación Urbana nos dejaba la puerta abierta respecto a dos cuestiones:
1. Los edificios estarán protegidos por lo que deberán asegurar la conservación de sus elementos arquitectónicos y culturales.
2. Los nuevos usos del inmueble deberán ser compatibles con la integridad de palcos, tramoyas y escenarios. Por lo que el adiós de estos cines deja un pequeño resquicio a la esperanza de que, en un futuro, esperemos que no muy lejano, se deshaga lo que hoy ya se está tramitando.
No hay que olvidar que es gracias a estas restricciones por lo que se mantiene abierto unos de los cines más emblemáticos de la capital, y uno de los que más pérdidas tiene, el Palacio de la Música, en la plaza de Callao.
Por ahora, el Consistorio está tramitando el cambio de uso para los cines Roxy A y Avenida. También ha concedido la licencia a los antiguos (y actualmente derruidos) Minicines Fuencarral para transformarse en 84 viviendas. El cine Imperial está pendiente de su próxima inauguración como tienda de ropa y el cine Azul es un restaurante desde hace casi un año.
La billetera va ganando la batalla. Las grandes salas del centro, aquellas que apuestan por una sola película, mantienen un lento declive. Sus hermanas pequeñas se mantienen. Seis multicines han abierto sus puertas en el último año y medio, sumándose al medio centenar de pantallas que todavía resisten en la región.
Pero, otra realidad nos golpea. Los datos de taquilla hechos públicos el pasado diciembre por el Ministerio de Cultura son demoledores: en 2005, el cine perdió más de 27 millones de espectadores en España y 111 millones de euros. Parece que la situación no pinta bien.
Aquí en BCN ya casi no quedan cines como los de antes, quizá un par o tres. Todos los demás ya son multisalas, si es que no han cerrado.
Besos
Escrito por HenryKiller a las 21 de Julio 2006 a las 02:25 PMLos minicines fuencarral los tiraron ya hace un año. Ahora mismo su lugar lo ocupa un bonito solar en obras.
Escrito por Charles M. Towsend a las 21 de Julio 2006 a las 02:30 PMHe añadido un paréntesis con ese apunte. Gracias, Mr. Towsend. Siga cultivando a Cameron Crowe, aunque seguramente ya sepa que Vanila Sky fue un error, incluída la banda sonora, que no pegaba ni con mocos...
Mr. Killer, ¿podría contarme más sobre el cierre de cines en Barcelona? No es solo curiosidad personal. Puede que me sirva usted, profesionalmente hablando... Hablamos.
Escrito por Pequeña Delirio a las 22 de Julio 2006 a las 03:30 PM