Cuando lees la prensa por las mañanas descubres que es verano y que los temas importantes salen a la luz. En el Ciber P@ís de hoy he encontrado cosas como ésta: "Las mujeres no se automarginan, sino que son excluidas activamente". Es una de las conclusiones del estudio realizado por la Universidad de Cambridge para la Comisión Europea en lo que respecta a género y tecnología.
Estos investigadores destacan, entre otras muchas cosas indecentes, el sexismo latente y la relegación de las féminas a tareas menores. Del estudio bautizado como "Políticas de apoyo al software libre y abierto. Género: informe de conclusiones", se pueden extraer interesantes conclusiones, como que los sueldos de las damas son inferiores a los de los caballeros, a pesar de hacer ambos el mismo trabajo (para variar), o que, aquellas que deciden dedicarse al apasionantes mundo de las redes y los bits, tienen que hacer frente a un entorno hostil plagado de afirmaciones categóricas respecto a la incapacidad del género femenino para entender la tecnología.
A continuación, he extraído unos fragmentos del reportaje, que le hacen a Amaya Rodrigo en este suplemento, con la intención de darle "cuerpo" a la entradilla a través del estupendo artículo de Mercé Molist. Espero que se considere cita y no plagio (ejem)
Amaya Rodrigo es una leyenda en la comunidad hispana de software libre. Es madrileña, de 30 años, y administradora de sistemas en el Ministerio de Administraciones Públicas. Fue la primera mujer desarrolladora de Debian (una distribución del sistema operativo libre Linux) en Europa; también cofundó Debian Women y ha estado dos años en la junta de Hispalinux. (...)
El retraso en el inicio es uno de los elementos más importantes para justificar esa diferencia entre sexos, según el estudio de la Universidad de Cambridge: "Las mujeres suelen entrar más tarde en este mundo", reconoce el estudio. "Ellos empiezan a usar ordenadores a una edad media de 12 años, y ellas a los 14,5. Ellos tienen su primer ordenador a los 15 años, y ellas a los 19. Por tanto, las mujeres tienen mucho más trabajo para ponerse al día y, además, deben llevarlo a cabo en un entorno que valora exclusivamente el autodidactismo".
Ese machismo social ha acompañado en el trabajo a Amaya Rodrigo: "En multitud de ocasiones me ha ocurrido que, al atender la llamada de un cliente con una emergencia técnica, me ha pedido que le pasara con un técnico porque, por supuesto, al ser mujer yo era la telefonista". (...)
Pese a todo, Rodrigo es optimista: "Somos muy pocas, aunque cada día más. Si con Debian Women hemos conseguido aumentar la visibilidad de las mujeres y crear algún rol con el que las chicas se puedan identificar, ya hemos hecho mucho, porque se normaliza que haya mujeres en estos ámbitos. Cosas tan tontas como que no te den una camiseta como un camisón denota que es cada vez más normal que haya chicas en la informática".
Para más información, el informe sobre género y tecnología aquí.
Escrito por La pequeña Delirio a las 20 de Julio 2006 a las 04:00 PM