7 de Diciembre 2008

Adv(enim)iento - Día 25

La caligrafía es importante. La forma y la esencia están conectadas. La delicadeza con la que un tendero de acento portugués, anillo tatuado y una mirada suave, te dice que ese vestido te queda "bello". Sus palabras ténues, cálidas, te definen como una muñeca. De negro, pienso yo, una muñeca oscura. Y recuerdo todas las veces que me he asomado a su tienda y he sonreído. Todas las veces que su escaparate me ha propuesto tacones de vértigo. Él me ofrece probarme unos propios de una Cenicienta posmoderna. Le doy las gracias, pero rechazo su invitación. No siento que deba verme desde otra perspectiva. Ya en la caja, observo los bolsos del escaparate de la derecha. Son de un estilo retro y contenido, como el de la tienda; pequeños, especiales, extremadamente elegantes. Fuera llueve y el tendero amable de acento blando acaricia mi vestido y lo guarda en una bolsa de tela con cremallera. Me anudo la bufanda al cuello y le doy las gracias. Por el envoltorio, por su mirada, por sus palabras. La coreografía ha sido precisa. Sus palabras, perfectas. El contenido de todo ello tan solo lo intuyo, pero me gusta intuirlo así, nebuloso y caliente, como el vapor de un té de aroma victoriano magistralmente ejecutado.

Escrito por La pequeña Delirio a las 7 de Diciembre 2008 a las 12:39 AM
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