Te hablé de vestir géneros. Pensé en lo elocuente de mi comentario. Más aún en período de rebajas. Mejor hablemos de rebajar el período, dijiste. Con la lengua. Y desnudarnos, a lametones, de construcciones perversas. Uniste con tu índice todos mis lunares, como neuronas y sinapsis. Olías a jabón. Me dejaste sin terminar porque se te antojó una cerveza a media noche. No te lo reproché entonces; lo hago ahora. Fuiste tan neutra como el último manual de deontología que robaste de la biblioteca. No dejaste manchas. Yo me desangré entera y me recogí con cuidado. Len-ta-men-te. Que Dios las guarde, gritaron. Y puede que te quiera siempre, a lo bestia y sin atajos; solo que de modo intermitente.
Escrito por La pequeña Delirio a las 14 de Enero 2008 a las 03:33 AMVi, creo, un documental en la 2 o algo similar en el que una camada de ¿topillos? (sí, me memoria no existe) de agarraban unos a otros para no perderse durante el traslado de madriguera, siguiendo fielmente a la madre.
No tiene nada que ver,pero estas muchachitas me lo acaban de recordar...
Ni memoria ... ni cordura!
Besitos (eso sí, siempre)
Escrito por Mar a las 14 de Enero 2008 a las 10:11 PM