Despertar. En infinitivo. Generalizando. En gerundio. Muerta. En participio. También como adjetivo femenino singular. Ja, ja, ja. La filóloga que nunca fui. O que me gustaría ser. Justo después de desnudarme en público, o en foto, o en tus sueños. Oigo risas. En mi cabeza. Dentro y fuera. No recuerdo. Contradices las instrucciones. Me vuelvo inesperada. Intratable. No tratada. Tarada. Demasiados libros en el ascensor. Muchas cajas. Encrucijada. Tíralos todos por el balcón. O aun mejor. Túmbate en esta nube de saber, en la nebulosa de todos esos cuentos que hacen de ti una serpiente retorcida y duerme el sueño eterno. El de los justos, pecadora. Llego tarde. Otra vez. Muchos proyectos pero ningún resultado. Sigue al conejo blanco por la madriguera y cómeme, a bocados, por docenas. Se hace tarde. Llora, nada y ríe. Y, cuando puedas, despierta...
"Aparece un poema cuando una ansiedad encuentra una técnica" (Lawrence Durrell)
Escrito por Luis Muiño a las 12 de Agosto 2007 a las 11:56 PMMe gusta, aunque no sé bien por qué. Buen principio. Mejor final. Ahora que veo un comentario de Luis Muiño por aquí, puede que te descubriera en su "Hábitat..."
Saludos