Además de perder la tarde leyendo sobre la deconstrucción del superhéroe, me he dado de bruces con el lugar en el que estos héroes terminarán sus días según Gilles Barbier. Y todo en la misma página. Es entrañable ver a señores hechos y derechos discutir porque sus comix ya no son lo que eran, o porque no les convence lo que los enfant terrible venidos de las Islas Británicas están haciendo con el panorama superheroico. La controversia radica en la actual falta de moral de la que hacen gala personajes como los que pueblan The Ultimates, unos Vengadores salidos de madre por obra y gracia de Mark Millar.
En un principio, este señor, procedente de una de las ciudades más violentas de Europa, volvió a The Authority el grupo más extremo del aquel limbo llamado Wildstorm. Sentó un precedente comercial, desde luego, pero también añadió un cambio en la fórmula. A partir de entonces, los héroes responderían a un un nuevo perfil perfectamente predeterminado, especialmente en Marvel.
No estamos hablando de lo que hicieran Frank Miller y Alan Moore en los ochenta. Sus obras fueron excepciones (de culto) a la regla general adoptada por aquel entonces. Tampoco nos referimos a vueltas de tuerca, repletas de ironía y mala leche, como las de los "X-Tatix" de Peter Milligan y Mike Allred o a todo lo que se venía haciendo en el sello Vértigo. De lo que hablamos es de una nueva forma de entender al superhéroe y de generalizarla. Personajes adaptados a un nuevo orden mundial, extremos e inmorales, que sirven de consumo fácil a las nuevas generaciones. Pero que también reflejan una sociedad que se ha acostumbrado a la crudeza de las carnicerías televisadas.
Pásense por Con C de Arte para saber de tan apasionante polémica.
Escrito por La pequeña Delirio a las 26 de Noviembre 2006 a las 11:35 PM