Hay niños que se preguntan a dónde corren las niñas. Juegan con aviones y se camuflan tras padres desaparecidos ¿Por qué esa niña me miraba así? Con corazón de mentira y todas las palabras capicúa del diccionario. Si se acaba la gasolina me muero, susurraba junto a un mapa hecho de sueños. Y yo no concibo un mundo sin carreteras asfaltadas para que me lleven hasta tu ventana, ¡Valiente! Después de que mi vida haya dado tres veces la vuelta no logro encontrar la salida. Aquí sentada sigo esperando, bajo tu ventana, la casualidad de mi vida...
*El cartel era lo más...
Escrito por La pequeña Delirio a las 24 de Octubre 2006 a las 12:25 AM