16 de Febrero 2006

Tierna y tremenda, de madrugada...

Camina, que los peldaños de esta mañana no tienen por qué ser de mentira... Disimula, te acuerdas de que hace más de dos días que no te beso sin ropa... Cuéntame un cuento, sin comas y con raíces cuadradas, para que no piense en mis temblores de pulso, ni en la última canción que he tarareado en la ducha...
Salta y mójate junto a mi patito de goma. Nada de espaldas, por favor, navega hasta la orilla de mis sentidos, aunque esta noche la bandera escogida sea la de peligro...
Cuenta hasta diez, pero en números romanos. Cuenta hasta que se terminen las cintas de ochos acostados con nombre de dibujante trasnochado...
No pares de buscar en el remolino de mi espalda el índice de los cuentos de Poe; que no se te ocurra parar ahora porque he perdido las llaves de casa...
Tan solo quiero que me ofrezcas una sonrisa, un suspiro... faltan más de dosmil palabras para que termine el día... porque tenemos una bombilla fundida, todas las ganas del mundo y una botella vacía para empezar la noche despiertos...

Escrito por La pequeña Delirio a las 16 de Febrero 2006 a las 01:20 AM
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