Cuando preguntas con ojos de niña mala si se come con piel la manzana, yo me pregunto qué es pecado y quién eres tú... qué clase de ángel sin alas me dice que hay cosas que no las cambia ni Dios, como el amor al infante, el Eros entendido en todas sus pueriles formas... pequeña serpiente, me enseñaste la manzana y me empujaste a saborearla, a resumir todos mis tabúes en un solo mordisco... tus botones marcados en tu camisa blanca, tus tiernos ojitos, perennes como el deseo (aunque el manzano sea un árbol caduco)... y es el fruto de tu aparente inocencia el que no termino de entender a lametones.
Te has equivocado, pequeña Eva... Abel se fue a por tabaco y Caín juega con piedras. Tu Adán no duerme hoy en casa y te preguntas cuán sagrada es la familia... Compartes manzanas con niñas que han pasado por mis rodillas, compartes la misma mueca de costilla a la barbacoa, con mis colmillos en tu encrucijada y mis dedos manchando con ketchup a todas tus hijas...
Consuélate con una eternidad dominical. Descansa, mujer, que el lunes está cerca...
Escrito por La pequeña Delirio a las 27 de Enero 2006 a las 01:49 AM