Manos grandes, huesudas, intensas... todas al unísono, todas, rituales, ceremoniales, guiadas por la inercia de la llamada a lo lejos, de unos latidos lastimeros, quejumbrosos, gimiendo, clamando al cielo; abandonado en un cubo de basura, goteando sobre mi cama, exprimiéndolo, haciendo picadillo para la cena, deglutiendo, arrancando a bocados cada célula contaminada por la fuerte marejada de mis frustraciones hechas lágrimas, escupidas sobre caminos emponzoñados; lavando ese pequeño, microscópico mundo compartido en cal; bañando en ácido sulfúrico ese minúsculo órgano vital...
Escrito por La pequeña Delirio a las 7 de Diciembre 2005 a las 12:47 PM